¿Qué pasaría si consiguiéramos aumentar la demanda de postres?
Veámoslo con un ejemplo…
En este ejemplo de la derecha, el consumo medio de postres por cliente es de 0,26 unidades.
Supongamos ahora que el consumo de postres se incrementa en 2.4, es decir, tener un consumo de 0,5 postres por cliente.
Vemos que con este sencillo ejercicio incrementamos los beneficios en un 1,6%, lo que se traduce en 59.655€ más de facturación.

¿Qué concluimos?

- El incremento de venta de postres incrementa también el ticket medio del cliente, pero lo hace de una manera imperceptible con lo que no tiene impacto para él.
- Vender más postres mejora el coste de materia prima del restaurante, y por lo tanto el margen medio de este.
- Vender más postres multiplica el beneficio del restaurante.
Lo complejo, no siempre es lo mejor
Lo primero para intentar rentabilizar nuestra carta de postres es estudiar y entender qué tipo de postres tenemos y cómo afectan a nuestro negocio.
Reducir la complejidad de los platos ayudará a que el negocio sea más eficiente, permitirá ofrecer resultados más regulares e incluso colaborará en la reducción del coste de materia prima.
Esto incluye factores como:
- Tiempo de preparación
- Número de pasos en la receta
- Recursos invertidos
- Margen de error

Una buena manera de asegurarte la rentabilidad de los postres en tu negocio es la utilización de productos que faciliten tu operativa en cocina.